Desde mi ventana: Lo que guía nuestras vidas.

Todos tenemos algo que guía nuestras vidas. A muchas personas los guía la culpa. Viven huyendo de los fantasmas del pasado. Prisioneros de la culpa y de los errores cometidos en su vida. Destruyendo sus presente y su futuro con decisiones que no llegan por temores a fallar o entregar mucho de nuevo. Influenciados por la ira y el resentimiento. Aferrandose a heridas que nunca logran superar. En vez de sacarse el dolor por medio del perdón, lo repiten una y otra vez en sus mentes, sin entender que el resentimiento nos daña más que a la persona con la que estamos resentidos.

Mientras que uno se dejan influencia por los fantasmas del pasado. Otros siguen el camino de lo insaciable. El deseo de adquirirlo todo se convierte en la idea principal de sus vidas. Olvidan que las posesiones solo proveen una felicidad temporal. Una vez que tienes lo que querías, quieres algo más nuevo y diferente y la búsqueda se vuelve inalcanzable. Creyéndose esa mentira de que “Cuanto más tenga, más importante soy”. Guiados por la necesidad de ser aceptados, dejando que las expectativas de sus padres, conyugues, profesores y amistades controlen sus vidas. Intentando ganarse la aceptación de los que los rodean y cediendo a la presión del “que dirán” no dejan que su vida tome el curso natural de las cosas.

Ya lo dijo Jesús mientras estuvo en la tierra “De que le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma”. Puede que no sepa cuales son todas las claves para alcanzar del éxito, pero si se que intentar agradar a todo el mundo es uno de los primeros escalones al fracaso. Los temores y el resentimiento no pueden seguir haciendo mella en nuestra vida. Las personas que nos han hecho daño en el pasado no pueden seguir haciéndolo a menos que nos aferremos a ese dolor. A lo hecho pecho. ¡Lo pasado, pasado esta!

En esta vida no podemos estancarnos. Es importante continuar. A lo hecho pecho. No podemos seguir siendo esclavos de los fantasmas de nuestro pasado. La particularidad que tiene el ser humano en esta vida es la posibilidad de hacer borrón y cuenta nueva. Dejar todo atrás y empezar de nuevo. Dios es experto en eso. Convirtió a un asesino sin futuro como Moisés en un líder y redentor de su pueblo, y a un cobarde como Gedeón en uno de los héroes más grandes del pueblo israelí.

No se trata de alcanzar el éxito, tener fama, riquezas, o placeres. La vida es algo más que eso. Se trata de explotar al máximo nuestro potencial. Conocer el propósito de nuestra vida. Entender que hemos sido creados por Dios con un propósito específico y que nada en el mundo puede compensar el hecho de no conocer cual ha sido el propósito de nuestro creador. Nuestra verdadera seguridad, la guiaza de nuestras vidas se basa en algo que nada ni nadie nos puede quitar: la relación con nuestro creador.

Sin un propósito claro en tu vida, seguirás cambiando de dirección, de trabajo, de relaciones, y muchas cosas más en tu vida, esperando que un cambio o golpe de suerte pueda resolver la confusión de tu corazón. Haces y deshaces pensando siempre “Esta vez quizás sea diferente”.

Si deseas que tu vida impacte. Enfócala. Ya deja de titubear. Olvida lo que queda atrás y esfuérzate por alcanzar lo que esta adelante. Alza tus ojos al cielo y busca respuesta en tu creador. Muchas personas se dan a la tarea de emplear toda su vida en que crear en la tierra un legado que los recuerde después de muertos. Sin saber realmente que al final, lo más importante no es lo que otros piensen o digan de ti, sino lo que Dios piense de ti.


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Sobre el autor

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Escritor costarricense. Director de la Revista Level Up. Autor de la novela "El Hombre de la Rosa Negra" (ULACIT, 2009), y el microrrelato "Un café para celebrar" (Editorial Costa Rica, 2012). Actualmente se encuentra trabajando en su novela "Nueve minutos para la media noche" (2013).

Obras publicadas...



El Hombre de la Rosa Negra. (ULACIT) (2010) -Descargar-
Premio Joven Creación (Editorial de Costa Rica) (2012) - Descargar-

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