Desde mi ventana: El arte de saber esperar.

Un imperio no se construye de la noche a la mañana. Son años de trabajo, esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas. Sin embargo uno de los principales problemas del ser humano es no saber esperar. Nos cuesta entender que en la vida nada se consigue de la noche a la mañana. Muchas veces creemos que todo en la vida es como meter todas nuestras peticiones, ahnelos y deseos en un enorme micro ondas y esperar un par de minutos para que estos se hagan realidad.

La vida no es como un horno de micro ondas. Es una olla de presión a fuego lento. Donde las asperezas son limadas y las partes duras de nuestro ser son transformadas . Como la vasija que es pasada por el fuego antes de ser terminada, en nuestra vida muchas situaciones llegaran a golpearnos e intentar quebrantarnos. Sin embargo son estas situaciones las que definen lo que podemos llegar a ser el día de mañana: una vasija rota en un basurero, o una pieza de lujo en una galería de arte. Es cuestion de tiempo. Saber esperar.

Nada se logra de la noche a la mañana. Hay que armarse de paciencia y trabajar arduamente. "Que el exito te encuentre trabajando" dicen por ahi. Esperar. Lo dificil que es a veces. Pero toda espera tiene su recompenza, por eso vale la pena esperar y luchar por lo que vale la pena tener y querer. Sino que lo digan los cultivadores de bambú en Japón.

Siembran la semilla, la abonan y se ocupan de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada, al menos apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla... durante los siete primeros años, a tal punto que un cultivador inexperto estará convencido de haber comprado semillas estériles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas... la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!.

¿Tarda sólo seis semanas en crecer? La respuesta es no: se toma siete años para crecer y seis semanas para desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú genera un complejo sistema de raíces que le permiten sostener el crecimiento que llegará después.

En la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno, y que éste requiere tiempo. Quizá por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados a corto plazo abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente de que sólo llegan al éxito aquellos que luchan de forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordemos el ciclo de maduración del bambú japonés, el proceso de formación la vasija y la olla de presión a fuego lento. Un imperio no se construye de la noche a la mañana. Son años de trabajo, esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas. No bajemos los brazos ni abandonemos por no ver el resultado esperado, ya que sí está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, transformandonos, y madurando. Necesitamos paciencia, o desarrollar lo que como muchos llaman "El arte de saber esperar".

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Sobre el autor

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Escritor costarricense. Director de la Revista Level Up. Autor de la novela "El Hombre de la Rosa Negra" (ULACIT, 2009), y el microrrelato "Un café para celebrar" (Editorial Costa Rica, 2012). Actualmente se encuentra trabajando en su novela "Nueve minutos para la media noche" (2013).

Obras publicadas...



El Hombre de la Rosa Negra. (ULACIT) (2010) -Descargar-
Premio Joven Creación (Editorial de Costa Rica) (2012) - Descargar-

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