La oscuridad de la mañana es la única espectadora de la batalla titánica que se desarrolla en el interior. Es una pelea a muerte. Sombras espesas e inciertas despiertan en las profundidades de un alma que se aflige por los golpes y puñaladas traperas que le da la vida. Las manos están débiles y las piernas pesan. La boca se abre pero las palabras no salen. El corazón arde y sangra. No hay marcha atrás.
A lo lejos se puede ver el horizonte, la promesa sin cumplir, el sueño roto y la decisión suprema que se debe continuar. No se puede tirar la toalla a estas alturas. No después de lo que hemos avanzado. No tras todo lo que hemos luchado. El alma se esta escapando por este agujero. Hay mucho en juego. Sigo corriendo. No es el sueño americano. No se trata de una película. Es mi vida.Las apuestas marcan 9 a 1. Nadie ve una posibilidad de triunfar. Sin embargo esto no se puede dejar al azar. Estos tiempos difíciles se vuelven cada vez más difíciles. El camino hacia la felicidad se ha tornado peligroso. Hay demasiadas cosas en juego. La vida en la calle no es fácil. ¿Vale la pena seguir luchando? ¿Arriesgar todo por esa pequeña posibilidad? Todos los sueños en un solo disparo. Un solo chance. ¿Lo vale? Mil veces lo vale. Sobre cualquier cosa. Tengo que seguir corriendo.
Triunfar es mi única opción. No hay más allá. No quiero volverme viejo en un terreno desolado. No quiero llegar a mi lecho de muerte anhelando una oportunidad para cambiar las cosas. Es ahora o nunca. No viviremos por siempre. Es mi oportunidad. No lo puedo dejar escapar. Pies mios no me fallen. Tengo que seguir corriendo. Hasta el final.Post relacionados:
Pablito amigo... síes cierto que estabas correndo de nuevo...
ResponderEliminarLa vida es un caminar, un trotar, un correr o un andar interminable... lo rico es que la experiencia no sea solo física sino te llegue adentro, al alma... lo vivas y le des su propio significa. Un abrazcito.