Desde mi ventana: El verdadero valor.

John Henry dijo una vez "No temas a que tu vida tenga un final, sino a que nunca tenga un principio". La vida me ha enseñado que cada prueba que o lucha que enfrentemos en nuestra existencia esta atada a un valor interior. Cada batalla externa que queramos ganar primeramente es peleada en lo más profundo de nuestro ser. En el lugar donde los temores y valores internos se enfrentan es donde se marcan las grandes victorias, o las más solemnes derrotas.

Lo que marca la diferencia entre lograr las cosas y ver como nuestros sueños pasan a la historia es el valor con que enfrentemos nuestros retos. El temor limita al ser humano. Sin embargo la valentia tiene el efecto contrario. Nos permite crecer, desarrollarnos y formar nuestro caracter. Es saber que existen grandes posibilidades de caer derrotado o de morir en nuestras aspiraciones, pero aún así lanzarse al fuego, creyendo que son posibles si ponemos nuestro máximo esfuerzo.

La valentia no es la ausencia del temor, es enfrentarse a lo que se teme hacer. Es tener el poder y el coraje de dejar lo conocido, enfrentarse a la incertidumbre y avanzar hacia un nuevo territorio. Es decir "No importa lo que pase, ni lo mucho que cueste, voy a dar mi vida intentandolo." Ese es el verdadero valor: No importa que sucede, seguir soñando, seguir creyendo, seguir haciendo.

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