En cada letra un pedazo de mi corazón...

Es jueves por la noche y he estado mirando demasiado aquella vieja foto que sacamos juntos. Las sonrisas, los abrazos, la vida. El papel esta en blanco y parece que han pasado cientos de años desde que nos dijimos adiós. Miró el paso del reloj y es tan lento como la arena e impetuoso como el viento. Me parece que voy a dejar esto por el momento, no nos hace bien, no es el tiempo.

Pero no puedo resistirme a tocar tu puerta. He visto caer una lágrima de tus ojos. No se si te duele en el alma o simplemente has sonreído tanto que has llorado. No hay marcha atrás. Te he servido mis secretos en bandeja de plata. Lo que siento, lo que pienso. Todo. Supongo que la noche definitivamente me esta afectando.

No lo puedo negar. No delante de ti. Los labios mienten, las miradas jamás. Tu has sido la sangre de mis venas. La única que me llama por mi segundo nombre. La que me conoce a fondo. Sabes que te odio y te quiero al mismo tiempo. Es difícil escapar de ti. Tus sonrisas salen naturalmente.

Quizás estoy siendo demasiado orgulloso, demasiado arriesgado. Quizás he dicho demasiado. Quizás no he dicho lo suficiente. Ya conoces estas cartas de mezcolanzas con amor y whisky. Solo deja que pase esta noche. Que ella y él vivan sus propios sueños. Hoy solo son los nuestros. Mis palabras no se las lleva el viento. Lo sabes bien. En cada letra, en cada frase, en cada estrofa, hay un pedazo de mi corazón.