Es cierto que el partido no fue un derroche de buen fútbol, que los ticos sufrimos como si estuvieramos en labores de parto, que nos comimos las uñas (penal en contra a poco del final del primer tiempo) que gritamos como locos cuando Quintanilla "pifió" el balón a "boca e jarro", que no fuimos superiores a los Salvadoreños, que "la vimos por una rendija", que... lo que sea... ganamos.
Los tres puntos conseguidos ayer en el Saprissa nos saben hoy a gloria. Nuevo cuerpo técnico y nuevas ideas quedaron reflejadas en la cancha. Partido que a por tramos fue una exhibición de como se juega un partido con el alma, con garra, con los riñones pero sin ideas claras. Falta trabajo de eso no hay duda. Lo importante son ahora los tres puntos. Empezamos con el pie derecho. Ahora a preparar el juego ante Surinam.
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