Encantos asesinos y miradas traviesas. Manos en las caderas. Sonrisa en sus labios y el brillo de una mañana soleada en sus ojos. El suave olor de sus cabellos adentrándose en tu cuerpo. Ese ángel en su rostro que te impulsa a nunca alejarse de su lado. Ella sabe que eso te mata.
Tu corazón es de piedra, pero su ternura es capaz de romper tus huesos y hacerte creer que haz alcanzado el cielo. ¿Cómo lo hace? No tienes la menor idea. Pero una sola de sus caricias podría llenar de calor la más larga y fría noche de invierno. Son la angustia y felicidad bailando juntas. La llegada de la oscuridad y la noche. La advertencia de que no vas a poder dejarla.
Clavada entre la piel y tu alma, cada día lo intentas de nuevo, dejar todo atrás y concentrarte. Pero no importa donde estés durmiendo esta noche, o que lejos intentes huir, lo sabes bien, te lo dice ese trueno que revienta tu corazón, ella sigue siendo la única.
Que bonito es este texto... Me hace sentir muchas cosas... :)
ResponderEliminarGracias por todo, miles de besos :***
Ella es la única, dueña de pensamientos, sonrisas, y hasta lágrimas, porque ¿quién dijo que la vida siempre es fácil?
ResponderEliminarMuy buen texto mano, saludos...
Hola Chico
ResponderEliminarPrometo a mas tardar mañana mandarte mi escrito.
Besos
Me encanta leerte...el brillo de una mañana soleada en sus ojos...sublime poeta..te invito a mi cumpleeee!!!pasate por mi universo...besitoss cielo
ResponderEliminarSe impregnó de ella diría yo. Su más dulce adicción. Su droga permanente... Otro que está colonizado por alguién más.
ResponderEliminar¿cómo era sentir así?...
:o(