Premios Darwin: en honor a la estupidez.

Hay solo dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana. Aunque del universo no estoy tan seguro” (Albert Einsten)


Estuve repasando en estos días una página que hace tiempo no visitaba The Darwin Adwards y que nuevamente llamo mi atención al recordarme el significado de aquella vieja frase que alguna vez enunció Albert Einsten: La estupidez de algunas personas es infinita.

The Darwin Adwards, es una página que premia el esfuerzo sobrenatural de algunas cuantas personas empeñadas en auto limpiar los genes de la humanidad, al morir de forma estupida, y sin intención para no dejar descendencia que pudiera perpetuar el gen dominante de su estupidez.

Año tras año (desde el 7 de Agosto 1985) se han galardonando las personas que eliminan su acervo genético de la manera más espectacular, entre ellas algunas clasicas que quiero destacar:

28 de agosto de 1998: Un hombre de 28 años se ahogó en Mount Clemens, Michigan (EEUU), en una piscina de un complejo de apartamentos mientras jugaba un juego con amigos sobre quién podía contener el aliento por más tiempo. Adivinen quien ganó…

Febrero de 1999 Un hombre que murió aplastado por una máquina expendedora de bebidas, intentando robar una botella. El informe policial determinó que el individuo tenía cerca de 30 dólares en la cartera.

Abril 2001, Memphis, Tennessee (EEUU) Un hombre intentó ganarle al tren conduciendo su automóvil alrededor de las barreras de seguridad del cruce y como resultado chocó violentamente contra otro vehículo que estaba ejecutando la misma maniobra desde el lado opuesto de los carriles. El otro conductor había tenido la misma brillante idea. El primer conductor murió en el impacto. El accidente ocurrió a un lado de los rieles, y el tren pasó sin ser obstaculizado por los vehículos.


Definitivamente. En algunas personas la estupidez es infinita. Para muestra un botón. A continuacion, Los ganadores al Premio Darwin de este 2008:

El puesto número tres lo ocupa un alemán, que intento eliminar a los topos que había en su finca de una forma radical... conectando dos electrodos al suelo y uniéndolos a una fuente de alta tensión. El resultado... los topos siguieron campando a sus anchas... y el hombre murió electrocutado.

Para el segundo lugar, nos vamos a la República Checa, donde un grupo de ladrones estaba robando vigas de acero en una fábrica abandonada, con la mala suerte de escoger la viga central del edificio. Y la fuerza de la gravedad, que es muy caprichosa, provocó la caída del tejado de la fábrica acabando con la vida de dos de ellos e hiriendo a otros tres.


Y el primer puesto es para la estupidez total y colectiva... un grupo de hombres que competían a ver quien era el último en apartarse de las vías del tren... Ese día el ganador fue Patrick Stiff... a titulo póstumo.

Claro no podría faltar la mención honorífica, que este año fue para un mecánico brasileño que intentó abrir una granada RPG (Rocket Propelled Grenade), de impulsión por cohete, haciendo pasar varias veces su coche por encima. Pero como la técnica no le funcionó, continuó sus esfuerzos por abrir el artefacto a base de darle golpes con un martillo. La explosión no sólo acabó con su vida sino que destruyó su taller y seis coches que estaban dentro. Un verdadero genio. Con gente así… que Dios nos agarre confesaos!


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Sobre el autor

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Escritor costarricense. Director de la Revista Level Up. Autor de la novela "El Hombre de la Rosa Negra" (ULACIT, 2009), y el microrrelato "Un café para celebrar" (Editorial Costa Rica, 2012). Actualmente se encuentra trabajando en su novela "Nueve minutos para la media noche" (2013).

Obras publicadas...



El Hombre de la Rosa Negra. (ULACIT) (2010) -Descargar-
Premio Joven Creación (Editorial de Costa Rica) (2012) - Descargar-

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