Siempre me ha llamado la atención la historia del Rey David. El niño que cuidaba ovejas y escuchaba la voz de Dios. El joven que lucho contra los gigantes que atemorizaban su pueblo. El hombre que enfrento a sus demonios internos, y sucumbió ante cada uno de ellos. Siempre me he preguntado ¿que vio Dios en él? Tropezaba tan a menudo como conquistaba, caía tan pronto como se levantaba. Era capaz de despachar a sus enemigos con la mirada, pero al mismo tiempo comerse con los ojos a la mujer de su vecino.
El rey furioso y llorón. Valiente y cobarde. Sanguinario y bondadoso. Guerrero y poeta. Ocho esposas, un solo Dios. ¿Porque tan identificado con su historia? Quizás porque a través de nuestra vida manejamos la misma montaña rusa. En sus momentos buenos, nadie es mejor, pero en los malos, somos capaces de tocar el fondo de nuestro pozo interno. David. El hombre al que Dios amo y quebranto la mayoría de los pecados capitales en una semana, mientras su corazón desfallecía con cada uno de ellos.
El hombre que a pesar de sus errores siempre fue sincero. Sus textos entorno al sentimiento que embargaba su alma tras sentir la partida de Dios de su lado, simplemente quebrantan el corazón: "Salvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie. He venido á abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?" (Salmos 69:1 /13:1)
"He oído que existe un acorde secreto que David solía tocar, y que agradaba al Señor. Pero tú realmente no le das mucha importancia a la música, ¿verdad? Era algo así como la cuarta, la quinta cae la menor y sube la mayor. El rey, confundido, componiendo un aleluya..."
"Tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba. La viste bañarse en el tejado. Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron. Te ató a la silla de su cocina. Rompió tu trono, y cortó tu pelo. Y de tus labios arrancó un aleluya"
David era un tipo con altibajos. Enamorado de la vida. Podía conducir ejércitos, pero no así manejar su familia. Se pasaba la existencia alternando a saltos de ángel y golpes de frente, entre banquetes impresionantes y tortillas quemadas. El ejemplo vivo del éxito y el fracaso. La aceptación y rechazo. El amor y venganza.
¿Que vio Dios en él? Su historia tiene tan poco que ofrecer al santo inmaculado (a aquel que nunca ha sentido el peso del pecado) pero al mismo tiempo es tan esperanzadora y motivadora para los que luchamos cada día. Para los que tropezamos y nos levantamos. Para los que a pesar de las difícultades dejamos escapar un roto y frío aleluya.
El rey furioso y llorón. Valiente y cobarde. Sanguinario y bondadoso. Guerrero y poeta. Ocho esposas, un solo Dios. ¿Porque tan identificado con su historia? Quizás porque a través de nuestra vida manejamos la misma montaña rusa. En sus momentos buenos, nadie es mejor, pero en los malos, somos capaces de tocar el fondo de nuestro pozo interno. David. El hombre al que Dios amo y quebranto la mayoría de los pecados capitales en una semana, mientras su corazón desfallecía con cada uno de ellos.
El hombre que a pesar de sus errores siempre fue sincero. Sus textos entorno al sentimiento que embargaba su alma tras sentir la partida de Dios de su lado, simplemente quebrantan el corazón: "Salvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie. He venido á abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?" (Salmos 69:1 /13:1)
"He oído que existe un acorde secreto que David solía tocar, y que agradaba al Señor. Pero tú realmente no le das mucha importancia a la música, ¿verdad? Era algo así como la cuarta, la quinta cae la menor y sube la mayor. El rey, confundido, componiendo un aleluya..."
"Tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba. La viste bañarse en el tejado. Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron. Te ató a la silla de su cocina. Rompió tu trono, y cortó tu pelo. Y de tus labios arrancó un aleluya"
David era un tipo con altibajos. Enamorado de la vida. Podía conducir ejércitos, pero no así manejar su familia. Se pasaba la existencia alternando a saltos de ángel y golpes de frente, entre banquetes impresionantes y tortillas quemadas. El ejemplo vivo del éxito y el fracaso. La aceptación y rechazo. El amor y venganza.
¿Que vio Dios en él? Su historia tiene tan poco que ofrecer al santo inmaculado (a aquel que nunca ha sentido el peso del pecado) pero al mismo tiempo es tan esperanzadora y motivadora para los que luchamos cada día. Para los que tropezamos y nos levantamos. Para los que a pesar de las difícultades dejamos escapar un roto y frío aleluya.
No conozco la historia de David, pero como la detallas se leé interesante.
ResponderEliminarAhora que viéndolo bien, creo que es la historia de hombres y mujeres,la vida cotidiana, los éxitos y fracasos.
Tal vez dios vió en él al hombre...solo eso.
Saludos.
Realmente no sé que vio en él ni en muchos. Tal vez, como dicrs, su honestidad, su sinceridad. Ese sentirse humano imperfecto, creo que en la medida en que todos sepamos que podemos fallar el mundo cambiaría.
ResponderEliminarSaludos bro.
Buenas observaciones, pero era humano, somos humanos, con los muchos de defectos, errores, etc. eso nos hace lo que somos. El equivocarte y volverte a levantar te hace más humano y más valioso a los ojos del Dios y del mundo entero.
ResponderEliminarCreo que para nada David era un hombre normal...
ResponderEliminarDios vio algo especial en él, y creo que lo que lo cautivó de ese pastorcillo era que reconocía la voz de Dios de una forma en la que no todos lo hacemos, él podía entender lo que dios le enseñaba en cada prueba.
David cometió errores como todos, pero no los repitió; él apredió la lección a la primera, la mayoría de nosotros somos como un abejón en un bombillo, rebotamos varias veces... Esa cercanía y comprensión de la voluntad de Dios en su vida era la que lo hacía especial, estaba plenamente conciente de quién era su Dios...
Por lo mismo a veces me pregunto que ve Dios en mi al bendecirme tanto, al brindarme su proteccion y amor, yo una persona que lo ama y le teme pero a la vez a veces ama demasiado a la vida y cae en errores innecesarios, yo que a veces siento no merecer tanta atencion y proteccion de el Señor...
ResponderEliminarExtraño verdad.... es un buen post viejo.
Saludos
Pablito... me hiciste pensar... quizá David es una señal de nosotros... seres llenos de contrastes... es como pensar que Dios cada día se fija en mí, para hacerme parecer cada día más a Él...
ResponderEliminarSin duda, hoy me siento querida por Él.
Muy buen post...
ResponderEliminarEl amor de Dios es tan grande que nada más ve nuestras virtudes, Él no ve nuestros errores, siempre está a nuestro lado...
Dios hace maravilla en los hombres desde el momento que nacemos para cumplir su plan sagrado...
Por eso hay que estar agradecidos con él, y no enojarnos cuando nos pone dificiles pruebas que muchas veces no encontramos salidas...
Me gusto mucho un gran abrazo
increíble..
ResponderEliminaresa historia es la de muchos que vivimos el día esperando un milagro,
me pone a pensar que soy privilegiada, por tener esas pruebas que aunque sea una derrota más, son aprendizajes, pero hay veces que en mi interior pienso porque a mi?
porque no a los demás y es cuando me contesto, porque tu eres fuerte!!! tu puedes!!! no te dejarás vencer...
saludos amigo...
que tengas un excelente día..
Vivy Lezkno
ResponderEliminarA mi me encanta David, porque me recuerda tanto lo imperfecta que soy como lo grande que son su misericordia y su amor para conmigo … porque todos los dias son una oportunidad nueva, un comienzo Nuevo, una bondad nueva departe de el, todos los dias vivo sumergida en su perdon, en su regazo una y otra vez, en su regazo que me Consuela.
El conoce cuantos cabellos hay en mi cabeza, mi deseo mas profundo, mis anhelos, CUANTO LE AMO!!!
Y la historia de este hombre imperfecto, con virtudes, defectos y toda clase de deseos como todos nosotros, pero que adoraba al Senor no solo con su musica sino con todo su Corazon, es cuando de Nuevo pienso en la grandeza de Dios que no lo puedo entender y el agradecimiento no me cabe en el pecho…
Gracias a Dios por ejemplos tan claros como estos que nos recuerdan que nuestro DIOS ademas de ser fuego consumidor es sobre todo un DIOS ES AMOR.
Interesante y muchas historias y mensajes se leen entre líneas.
ResponderEliminarPablito amigo te dejo un fuerte abrazo y el deseo de un hermoso fin de semana.
Cuidate mucho, besos y abrazos.
Hola amigos! Gracias nuevamente por hacerse presentes y dejar la huella en cada uno de sus comentarios. Les cuento que he estado sin internet en la casa - Dios bendiga al ICE- así que ha sido un poco dificil visitarlos, pero ya vamos poniendonos al día con sus blogs y comentarios...
ResponderEliminarMalquerida: Su historia es una de las que más me apasiona, el hombre detrás del mito, tan humano, tan cercano, y aún así Dios puso sus ojos en él... para reflexionar... un abrazo!
El Belo: Creo que la sinceridad con la que David afrentaba sus faltas, y buscaba corregirlas, esa necesidad de contacto personal con su creador, fue lo que impacto el corazón de Dios... un abrazo bro!
Penny: Estoy de acuerdo en eso, el espiritu de seguir luchando no importa cuantas vecs caigamos, quizas fue eso lo que capturo la atencion de Dios... un abrazo!
Xo: Su sed de Dios nunca mermo ni en sus momentos más bajos, quizas es lo que nos llama tanto la atención, cuidate amiga, un abrazo!
Jos: Si pudieramos entender ese principio que mencionas, escuchar su voz entre las demás, saber quien es nuestro Dios, definitivamente nuestra vida sería diferente, no hay duda que es la unica manera de aprender de nuestros errores y no repetir las acciones que nos llevaron a tropezar... un abrazo!
...
Andres: Yo he llegado a la conclusion de que es una pregunta que a vecs no tiene respuesta, su amor y misericordia va más alla de todo lo que podamos imaginar... cuidate bro, un abrazo!
ResponderEliminarAbril: Hola preciosa! Gusto verte de nuevo. Creo que ahi hay una gran clave, anhelar reflejar su prescencia en nosotros, David le amaba con el corazón... cuidate amiga, un abrazo!
Le Chat Rose: Hola! Bueno verte por aca... sabes, me gusto algo que lei en estos días respecto a su historia, y fue exactamente eso, Dios le dijo a Samuel: "No me fijo en lo que ve la gente, yo busco en el corazón" concuerdo contigo, cuidate señorita, un abrazo!
Diana: Así es mi querida amiga, las pruebas llegan porque somos capaces de soportarlas, otros no podrian vivirlas, nosotros si... cuidate, un enorme abrazo!
Vivy: No tengo más que agregar Viv, su amor no conoce limites, nos levanta y nos pone de nuevo a caminar... cuidate, un abrazo!
Naty: Nunca dejas de sorprenderme, gracias por tus buenos deseos, cuidate mucho preciosa, que pases igual un excelente fin de semana...
Que vio Dios en David? Que ve Dios en nosotros, nadie lo sabe, solo él lo sabe, lo importante es que nos mira, y nos ama...
Saludos amigos, a seguir caminando, un abrazo!
Amigo supongo que Dios no vió en si todas las barbaridades que hacía David como algo tan grave como para condenarlo a las llamas del infierno, mas bien cro que siempre lo miró con los ojos amorosos y tiernos con los cuales solo un padre puede ver las torpezas y travesuras de su hijo menor, según el caso lo reprendía y si el caso lo ameritaba pues lo castigaba sin que ello implicara que iba a perder de alguna forma su amor incondicional, es como cuando un padre tiene a un hijo muy amoroso con el, que siempre le dice que su padre es el mejor de mundo y que lo ama y cosas por el estilo, claro con eso se gana mas el amor y cariño de su padre quien por amor lo disciplina para que algún día sea un gran hombre aunque cometa sus errores.
ResponderEliminarAl menos así es como yo pienso que Dios veia a su querido y leal David.
Salu2 de WOLVERINE.
Hola Pablo... recuerdo que de niña me puse analizar a David... a veces parecía tener doble personalidad jee... pero bueno..
ResponderEliminarbesos y abrazos... que tengas buena semana... nos estamos leyendo