Sam Raimi en todo su esplendor en su regreso al cine de super héroes (Spider-Man, 2002) y el cine de terror (The Evil Dead, 1981), dos géneros donde nos ha regalado grandes sagas e historias de alto calibre, da realmente gusto como a pesar de que el MCU es cine de productor, Sam plasma su esencia en cada escena para firmar la obra más interesante, perturbadora y oscura del MCU.
Un elenco de lujo donde brillan con luz propia un magistral Benedict Cumberbatch y una espectacular Elizabeth Olsen sobre las que recae todo el peso de la película; Olsen en estado de gracia para certificar nuevamente una de las actrices top del MCU, dando vida a uno de los personajes más trastornados y dañados del universo de Marvel, con una serie de referencias que los apasionados del cómic detectarán de inmediato.
El cast de secundarios hacen redonda a la película, especialmente las apariciones especiales que dejarán sin habla a más de un espectador(a), Xochitl Gómez, Rachel McAdams y Benedict Wong cumplen con creces en su papel, con una serie de personajes que nos dejan con ganas de más presencia y minutos de metraje, y ahí es donde viene quizás, la mancha en la camisa blanca.
La prisa con la que acontecen algunos de los momentos más memorables y esperados de la película nos recuerdan que Marvel ha creado un estándar que supera a sus propias producciones cinematográficas en series como 'Loki', 'What if' y 'Wanda Vision', mal acostumbrando a su audiencia a hacer películas de más de 10 horas en formato de mini serie, lo que les permite profundizar más la historia y los personajes y llevar un ritmo menos acelerado.
Y este es quizás, el único defecto que se le puede achacar a la película; nos deja con la miel en los labios en momentos que hubiésemos deseado extender tan sólo un poco más la trama, el universos y sus personajes; sin afectar el balance final para entregar un producto de alta calidad que tanto los fans del MCU como de Raimi, van a disfrutar en partes iguales.
'Doctor Strange in the Multiverse of Madness' (2022) dista de ser la mejor película del MCU, pero sí una de las más interesantes, perturbadoras y oscuras en sus veinte años de existencia.
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