Por qué, se preguntarán algunos...
¿Por qué la elegimos como nuestra meta?
J. F. Kennedy, 12 de Agosto, 1962.
Las paredes se hacen estrechas, el aire se vuelve espeso y el reloj sigue avanzando. No puedo verla en medio de las sombras, pero lo sé. Reconozco su voz en cualquier lugar. Es a mi a quien esta llamando. La noche se vuelve cada vez más corta. El alba empieza aparecer entre las montañas que deslumbran el horizonte. Mi caminar se vuelve lento y cada vez más pesado. Siento el corazón al borde del colapso. Entre la penumbra puedo ver su mano extendiéndose hasta la mía. La joven me mira a los ojos.
- Pablo -me dice la joven al oído-, ha llegado la hora
No puedo evitarlo. Una sonrisa y una lágrima se dibujan en mi rostro. Tomó su mano y doy el paso. Puedo sentir el frío quemando mis entrañas y el fuego consumiéndome por dentro. Ya no hay temor en mis huesos. El reloj finalmente se detiene. La muerte sujeta con fuerza mi mano. El portón está abierto. Hemos llegado al final del camino.
Despertar. Sentado en esta vieja silla de madera que me ha acompañado por tantos años, contemplo en silencio el final de la madrugada. La luz de lámpara contrasta con el brillo que irradia desde el monitor. Frente a mi ojos se encuentran una serie de documentos en los que he estado trabajando a lo largo de los últimos meses. Borradores de proyectos laborales y personales se encuentran a lo largo y ancho de todo el escritorio. Sueños de papel que poco a poco van convirtiéndose en realidad. Actas, informes, políticas y procedimientos institucionales. Sistemas de gestión de calidad; planes de emergencia y salud ocupacional; novelas que se encuentran cerca del final y una foto de Cuba pegada en la pared. Después de años de correr, de estar a punto desfallecer, a lo lejos puedo observar la meta. Todo tiene sentido.
Cuando pienso en eso y veo el reloj marcando las dos de la madrugada, me pesan los ojos, y la cama me llama, entiendo que pelear por algo que quieres requiere de una lucha sin miramientos ni condiciones negociables. Es un estilo de vida basada en el honor, el sacrificio y la disciplina. Honor para luchar por lo que se cree que es correcto, sacrificio para hacer lo necesario con tal de llegar hasta la meta, y disciplina para continuar peleando cuando los demás han abandonado la batalla. La conciencia de que no importa el lugar en que estés, el fuego debe seguir ardiendo y la luz brillando.
El coraje de luchar sin desmayar. Pero sobre todo, que escogí estos sueños no porque sean fáciles. Sino porque son difíciles. Porque la consecución de los mismos requerirá grandes sacrificios. Porque son metas en donde no basta con tener talento, sino donde la perseverancia es la clave. Noches como estás permanece en mi conciencia aquel discurso de J.F. Kennedy que marcó para siempre la historia y quedó profundamente grabada en mi memoria. Una que sirve de motivación constante y me recuerda la importancia de permanecer comprometido con estos sueños. Fiel a cada meta. A seguir avanzando a pesar de los obstáculos.
"¿Por qué?, se preguntarán algunos. ¿Por qué la elegimos como nuestra meta? Elegimos ir a la Luna, en esta década. No porque sea fácil, sino porque es difícil. Porque esta meta, servirá para organizar y probar lo mejor de nuestras energías y habilidades. J.F. Kennedy, 1962"
Hoy más que nunca siento que cuando se tiene clara la misión, se comprende el valor del entrenamiento y el tiempo de preparación para llegar a la meta. Entiendo que la vida no es un flash de emociones, sino un proceso en el que comprendes el significado de quemar las etapas. La conciencia de que no importa el lugar en que estés, el fuego debe seguir ardiendo y la luz brillando. El coraje de luchar sin desmayar. Pero sobre todo, que escogí estos sueños no porque sean fáciles. Sino porque son difíciles. Porque sacan lo mejor de mi. Y me invitan a seguir creciendo cada día. Porque son estos sueños los que me llevarán a la luna.
Mi amigo Antonio Chamu es un buen ejemplo de ello. De seguir luchando a toda costa por alcanzar la meta. Recuerdo que hace unos años compartíamos en la capital nuestros sueños de escritura. Él como escritor consagrado y yo buscando seguir sus pasos. "Quiero llevar mis historias a la gran pantalla" me dijo un día. Sonaba a locura en un país que no tiene el séptimo arte entre sus principales referentes comerciales. Hace unos meses el film "El Sanatorio" arrasó con premios en México, Boston, Brasil y Montreal. Chamu co-escribió el guión. Y hoy se encuentra promocionando su nueva producción como escritor, "El Fin". Una película que seguirá alimentando sus sueños, y creando en los demás esperanzas. Suena fácil, no lo fue. Sin embargo contra todo siguieron peleando.
Desangrado empiezo a recuperar mi color
y estoy listo para seguir...
Por eso amigos, pase lo que pase, permanezcamos juntos en la carrera, con la mano sobre el arado, sin mirar atrás. Llevamos mucho tiempo luchando. Y todos hemos perdido algo importante en el camino. Sin embargo todos estamos juntos en esto. Nadie esta solo. Sigamos avanzando. Pero ante todo, no se rindan. Sobrevivan. No tienen idea de lo grandes que son y lo importantes que serán todos y cada uno de ustedes en el futuro. ¡Feliz fin de semana!
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