El Fin: Cuando llegue la hora de partir...

¡Entendelo Carlos! Yo no quiero verte morir. No quiero verte morir... - Marcos a su hijo, película el Fin.

El papel de los críticos de cine en nuestro país es sencillo. Se pagan con alabanzas los favores y se despotrica con el hígado las cizañas cosechadas en el camino. Algunos adoptan la bandera del nacionalismo cegador como fuente de inspiración mientras otros se aferran a que nada bueno ha salido de esta tierra. Los prejuicios inundan cada pensamiento y se tiende a creer que la opinión de quién se sienta frente a la pantalla es la verdad absoluta negando al espectador la oportunidad de descubrir por sus propios medios si cada palabra escrita es verdadera.

Al contrario de la facilidad con que alguien puede asignarse el título de crítico, hacer cine independiente de bajo presupuesto es una tarea descomunal que significan años de frustración e de ideas prestablecidas, donde se debe apostar en convertir la producción en un comercial extendido de 180 minutos para ser una celebridad consagrada, o volcarse por crear algo sincero, sin falsas apreciaciones y engaños tele-novelescos para asumir la posición de un don nadie que eligió mantenerse fiel a si mismo.

Por fortuna de aquellos que aman el buen cine -ese de calidad que cada vez es más escaso en un panorama desolador donde destacan los de siempre-, Miguel Gómez (Cielo Rojo, El Sanatorio) y su equipo creativo optaron por alejarse de la carencia de audacia, fortaleza narrativa y profundidad psicológica que distingue nuestro medio, para volcarse con su nueva producción (El Fin, Costa Rica) por un producto novedoso, atrevido, y de identidad propia que penetra en temas complejos como lo son las relaciones familiares, sueños frustrados, y el miedo a la muerte a través de una propuesta que no engaña al público y ofrece una gama de contenidos que dejan al espectador con una pregunta: ¿que harías si supieras que es tú último día de vida?

Cuando llegue la hora de partir...

"El Fin" (escrita por Antonio Chamu y Miguel Gómez) nos presenta una historia en teoría sencilla que va creciendo conforme avanza la película. Diez horas separan a la humanidad de su exterminio y Nicolas (Pablo Másis) quien perdió a sus padres seis meses antes; Carlos (Kurt Dyer) quien carga con una enfermedad terminal a cuestas; Marcos (Alvaro Marenco) el padre de Carlos que tiene problemas de alcoholismo; inician con una lista de sueños pendientes un viaje al único lugar que han sido felices en sus vidas: una playa en la lejanía de Nosara. En el camino se encontrarán con Andrea (Valeska Vinocour) que cambiaran el orden de sus prioridades y alterara visiblemente los últimos momentos de vida de cada uno de los personajes presentados.

A través de los 120 minutos de puesta en escena, el filme -rodado con un acertado enfoque de road movie y clave humor-, va presentado, por medio de retrocesos en el tiempo, las historias de cada uno de los personajes e involucrando al espectador en el proceso como un acompañante más del trayecto realizado por los protagonistas, y haciéndolo participe de las circunstancias que envuelven el viaje, riendo y sufriendo con ellos. Y este precisamente es uno de los grandes aciertos de "El Fin" donde se nota el avance de Gómez y su equipo creativo a la hora de crear los protagonistas, donde no hay personajes de cartón, sino más bien se nota el cuidado que han prestado a la evolución de cada uno de ellos conforme avanza la historia, situación que se acrecienta en la parte final con los personajes de Nicolas y Carlos a la hora de encarar su destino.

El guión colabora en gran manera a cumplir este objetivo. No hay artilugios ni giros engañosos. Todo transcurre de forma natural y cada uno de los detalles plantados a lo largo del film son resueltos de forma categórica, y esto es algo que el espectador agradece. Pablo Másis nos regala un personaje complejo -selección idónea para la interpretación de Nicolás-, que se mantiene a la altura de un Kurt Dyer que se encuentra en un notable estado de gracia ante quizás uno de las mejores interpretaciones de su carrera. Ambos se complementan a la perfección con Álvaro Marenco quien con su carisma y experiencia se come la pantalla en cada diálogo, y la grata prescencia de Valeska cuyo personaje será motor de las acciones de Nicolas y Carlos, así como causa y efecto del destino de Marcos en la historia.

Estas interpretaciones son la clave de la película, ya que aminoran el impacto de los detalles técnicos en el film como lo son el montaje y la edición final, -mención aparte al trabajo de Federico Dorries, que aporta uno de los soundtracks más notables en la historia del cine nacional-, estos detalles, que si bien es cierto son notables al ojo especialista, son más por falta de presupuesto que gestión creativa, por lo que no afectan el desarrollo del film, que inicia con clase y cierra con maestría. Sin intentar alargar la historia, sino concluyendo justo en el momento indicado. Sin cabos sueltos.

"El Fin" quizás no es una obra maestra -término que se ha mancillado hasta la saciedad-, pero si una gran película que deja al espectador con un gran sabor de boca y la ilusión de que el cine nacional va en crecimiento. Alejándose de lo tradicional, Miguel Gómez en su tercer film nos ofrece una vistazo a la sociedad costarricense -esa que muchos se niegan a aceptar como real-, poniendo el dedo en la llaga en temas complejos, pero sin engaños, con sinceridad, rompiendo con la tónica y temática tradicional e invitando a la reflexión, sin dobles morales o sermones ocultos.

¿Qué harías en tus últimas 10 horas de vida?

A manera personal siempre he creído que el cine de calidad debe emocionar, mover algo dentro del espectador, despertar odio, amor, alegría, tristeza y nostalgia. Dejar una idea plantada en la cabeza. Y por fortuna, esto es algo que "El Fin" logra con creces. No defrauda. Y esto es algo de agradecer en la actualidad nacional. Por lo que cordialmente los invitó a acercarse a las salas de cine en los próximos días, comprobar personalmente la veracidad de nuestra reseña, y responder a la pregunta que Miguel y compañía nos presentan en su película y no deja de darme vueltas en la cabeza desde que salí de la butaca y hoy les dejo para su reflexión: ¿Qué harías en tus últimas 10 horas de vida?

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